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Óleo sobre tela, 141 x 196 cm
En el anverso, firma: «Boudat»
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Comentario: Un imaginario arco triunfal de líneas clásicas y aspecto marmóreo, emplazado en medio del desierto costeño, preside esta composición alegórica conmemorativa de una victoria nacional. En primer plano, la diosa griega Atenea y la Historia homenajean a la Patria, personificada por una matrona de túnica blanca y manto rojo que, espada en mano, señala hacia el horizonte marino. Allí se aprecia el desarrollo de una batalla naval, mientras un ángel sobrevuela la embarcación central, llevando palmas y laureles que anuncian el triunfo peruano. La escena evoca el duro intercambio de fuegos librado el 29 de mayo de 1877, frente al puerto moqueguano de Pacocha, entre el monitor Huáscar y dos barcos –Shah y Amethyst– de la real armada británica del Pacífico. Esa sería la primera acción de armas protagonizada por el Huáscar, dos años antes de iniciar su gesta legendaria en la Guerra del Pacífico. A inicios de mayo de 1877 el comandante de la nave, junto con la mayor parte de sus tripulantes, se había sublevado en adhesión a Nicolás de Piérola, caudillo civil que se acababa de proclamar Jefe Supremo del Perú, desconociendo el gobierno de Mariano Ignacio Prado. Este declaró a la embarcación fuera de la ley y recibió apoyo de la flota británica, pues había interceptado naves mercantes inglesas, además de que su personal técnico era mayoritariamente de esa procedencia. Iniciada la persecución en la costa arequipeña, el encuentro se produjo varios días después a la altura de Pacocha. Al conocerse la noticia de que el abordaje del Huáscar había fracasado, las manifestaciones populares aclamaron el acontecimiento, mientras se componían canciones y poemas en honor del barco peruano y de Piérola. Aunque no está documentado el encargo, es probable que este lienzo se encomendase durante la jefatura suprema de Nicolás de Piérola (1879-1881), en el contexto dramático de la Guerra del Pacífico. Su autor, Luis Boudat, pintor cubano de origen francés, se había convertido en uno de los principales animadores de la vida artística local al promover la fundación del Círculo Artístico en 1878. Aparte de su creciente reputación como retratista, Boudat era un reconocido decorador escenográfico, por lo que parece lógico que este tipo de comisión recayese en él. Para entonces las hazañas del monitor Huáscar y de su comandante Miguel Grau hacían que este barco ocupase un importante lugar en el imaginario público, y por tanto el recuerdo del combate de Pacocha permitía relacionarlo con la historia política reciente del pierolismo y con la defensa heroica de la soberanía nacional (Luis Eduardo Wuffarden).
Bibliografía: Luis E. Wuffarden. El Arte de Torre Tagle. La colección del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Lima: Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, 2016, 102-103.
Fotografía: Daniel Giannoni