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Óleo sobre tela, 58 x 74,5 cm
En el anverso, firma: «J. Fuster»
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Comentario: Considerado entre los principales renovadores del paisajismo regional español, el mallorquín Joan Fuster se formó en la Escuela de Bellas Artes de Palma de Mallorca y posteriormente ingrsaría al taller-escuela de Ricardo Anckerman. Desde principios del siglo XX, sus inquietudes modernistas lo llevarían a vincularse con maestros de la talla de Santiago Rusiñol, Eliseo Meifren y Hermen Anglada Camarasa, cuyas influencias se harán patentes en su trabajo. Fuster forjó así su gusto por una pintura luminosa, de trazo suelto y seguro, centrada siempre en las peculiaridades del entorno natural que le ofrecían las islas Baleares. En este caso se trata de una obra de madurez, ejecutada entre las décadas de 1920 y 1930, que representa el amplio panorama de un lago insular. Con la destreza que le es habitual, el artista se ha detenido en los reflejos de la superficie acuática por medio de un despliegue de recursos técnicos que sintetizan lo más característico del impresionismo español de su tiempo (Luis Eduardo Wuffarden).
Bibliografía: Luis E. Wuffarden. El Arte de Torre Tagle. La colección del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Lima: Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, 2016, 196-197
Fotografía: Daniel Giannoni