Santa Rosa de Lima

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Óleo sobre tela, 191 x 115,5 cm

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Comentario: En los primeros años del siglo XX Manuela Enríquez, viuda del pintor Francisco Laso, obsequiaba esta Santa Rosa de Lima a Zoila Aurora Cáceres, de cuya colección pasó al Estado peruano en 1956. Se trata de una variante, bastante menos conocida, de la composición homónima conservada en la Pinacoteca Municipal de Lima. Para ambas obras sirvió de modelo la propia Manuela, encarnando a la beata dominica en pleno éxtasis, ante la aparición milagrosa del “Doctorcito”. Al igual que en aquella versión, Rosa lleva las manos unidas hacia abajo mientras un libro devocionario yace junto a ella, lo que sitúa el episodio en uno de sus largos periodos de retiro y penitencia. En este caso, sin embargo, la santa no aparece de pie sino de rodillas, con el torso inclinado hacia atrás y acompañada por dos ángeles de aspecto juvenil, en segundo plano, que introducen un elemento novedoso dentro de la pintura religiosa local. Otra diferencia relevante consiste en que el Niño Jesús no le entrega aquí una palma, sino que le ciñe una corona de rosas. Como ocurre con muchas otras de sus composiciones, Laso ha dejado la superficie pictórica parcialmente inconclusa, sobre todo en las áreas del fondo, lo que contribuye a subrayar el aire de misterio que emana de la escena. Desde el punto de vista estilístico, esta obra corresponde sin duda a la madurez del pintor, aunque su cronología permanece aún imprecisa. La versión de la Pinacoteca Municipal ha podido fecharse hacia 1858, cuando Laso la exhibió en el establecimiento del litógrafo Prugue. Francisco Stastny considera que la ejecución de esta otra pintura habría sido posterior, aunque la fecha propuesta, 1867, podría resultar muy tardía. Sea como fuere, se trata de años cruciales, enmarcados por la consolidación del estado republicano, en los que el artista tuvo participación activa en la vida pública del país como periodista, diputado, regidor por Lima e incluso bombero voluntario. Es probable que, en ese contexto, la figura de Santa Rosa adquiriese un carácter emblemático de “lo nacional”, que a su vez enlaza con ciertas vivencias personales del artista y con su búsqueda de una actualidad pictórica cosmopolita. Esta última inquietud parece asomar en la apariencia de los ángeles, cuyo canon anatómico estilizado y sus coloridas túnicas, junto con el tratamiento esquemático del espacio, confirmarían una temprana y audaz aproximación de Laso a la estética del prerrafaelismo europeo (Luis Eduardo Wuffarden).

Bibliografía: Luis E. Wuffarden. El Arte de Torre Tagle. La colección del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Lima: Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, 2016, 94-95

Fotografía: Daniel Giannoni